La televisión
como medio de
comunicación ha sido
la causa de
muchas y persistentes
críticas desde el
momento de su
aparición; este aspecto
podría considerarse como
una influencia negativa
para el telespectador y, sobre
todo para el
adolecente que aun
no tiene el
necesario juicio como
para poder comprender
y analizar los
programas que emiten
los canales nacionales
de televisión.
Si los padres
no controlan el
contenido de la
televisión, esto puede
ofrecer a los
niños y adolecentes
un mundo precoz
de la vida
de los adultos
sin que estén
preparados para ello. Así mismo
esto se vuelve
una holgazanería pues
el televidente no
puede hacer otra
actividad mientras ve
televisión.
Sin embargo esto
no es malo
del todo ya
que esto puede
abrirles horizontes para
mostrarles países y
civilizaciones no conocidas
por el e
informarle de los
personajes más importantes
del mundo. Ampliando el
conocimiento y el
vocabulario de los
jóvenes.
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